En esta meditación hemos recordado la importancia de dejarse cuidar.
No sólo es importante cuidarse uno mismo, también dejar que todo sea fácil, o incluso que otros colaboren para ello.
Recuerdo cuando era pequeña mi madre siempre me decía:
_Si alguien te ofrece algo tú siempre dices que no._
Y la verdad que era un fastidio porque muchas veces te ofrecían cosas que si querías. Ya sabes chuches y eso. Al fin y al cabo yo era una niña.
Un día iba en el coche con mi vecina, que nos había recogido a su hija y a mí. Paró en una conocida pastelería y girándose hacía atrás me preguntó:
_ Quieres un bollo?_
Yo la verdad ya estaba salivando pensando en el chocolate, casi podía sentirlo en mis manos, blandito, tierno... Y cuando ya casi le estaba dando un mordisco mental me trajo de nuevo a la realidad mi vecina.
_Que si quieres un bollo?_
Y ahí llegó mi problema. Yo quería gritar Siiiiiii!!
Pero la cara de mi madre resonaba fuerte en mi cabeza, moviendo ese dedo acusador a uno y otro lado.
Así que haciendo un gran esfuerzo dije con voz bajita:
_ Bueno_
Mi vecina que era muy lista enseguida me insistió
_ Bueno no, o Si o No._
Eso sí que era un problema... Tenía que saltarme las normas y decir la palabra prohibida (Oh my God!)
Después de repetirlo varias veces... Al final... cedí
No podía renunciar a algo tan rico para merendar.
La cara de mi madre se diluyó rápido en mi mente y con un tono de semi enfado por hacerme saltar la "regla del No" dije
_Si_ (Biennnnnn!!!!)
Valió la pena y siempre recordaré la lucha interna que tuve.
A ver, con los niños es entendible. Hasta ahí estamos de acuerdo. Pero el problema es cuando sigues actuando en la vida como si recibir ayuda fuera un pecado. (WonderWoman quizá?)
Así me pasé gran parte de mi adolescencia y el inicio de la adultez. No fue hasta los casi 30 años que entendí que hay un placer en ayudar. Y que cuando me lo ofrecían yo se lo estaba negando.
Que además yo también ayudaba y que aprender a quererse también consiste en dejar que la ayuda llegue.
Entonces mi vida mejoró, ya no me sentí en culpa. Aprendí a decir que si, disfrutar con ello y agradecerlo.
Y el regalo que recibí con ese cambio de actitud fue cuando empecé también a abrirme a la ayuda del Universo. Abundancia, sincronicidades, facilidades, fluir...
No puedes recibir si no te abres a ello. Y eso se aplica a todos los ámbitos de tu vida.
Así que empieza por el inicio, por lo más sencillo como dejar que te ayuden, que cocinen para ti, que te inviten, etc.
Y cuando lo hagas sin sentirte mal sigue abriéndote a las mejores posibilidades que el Universo tiene para ti.
Si te pasa algo parecido, sin aún no estás recibiendo toda la abundancia que sientes que merecs, si quieres hacer un trabajo intenso, recorriendo todas las experiencias de tu vida y aprendiendo a conectar con el Si, entonces te interesará mi curso Abundancia Cuántica.
Disfruta de la meditación!!!🙏🕉️✨
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