A veces confundimos el amor con los clichés que el cine ha puesto en nuestra mente. Quizá es todo mucho más fácil si no ponemos etiquetas como dice Namaquiel.
Por si no le conoces es el Guía de mi Grupo de los Nueve que se ocupa de mostrarnos el Amor Incondicional. Como sabes en este planeta casi todo tiene condiciones y creo que ese es justamente el problema y al mismo tiempo la solución.
En esta meditación Namaquiel nos ha ayudado a comprenderlo mejor. Espero que te sirva. Al final todo depende del punto de vista que le pongas a la situación.
Creo que lo más importante es que aprendamos a cuidarnos y a amarnos a nosotros mismos, con todo lo que conlleva.
Una vez aprendido eso podremos pasar a otras lecciones, tales como amar a otro. Porque dime tú si no crees que no es posible dar lo que no se tiene.
Pues eso, que luego nos quejamos de que esta relación y la otra no van bien. De que esta persona hace tal cosa ... Ya, si te entiendo no creas que no. Pero he aprendido que es mejor mirar para dentro y preguntarse primero si eso que exiges al otro te lo das primero a ti.
O como dicen por ahí: Dejar de mirar la paja en el ojo ajeno. Me encantan los refranes jijijiiji. Mi abuelo tenía un refrán para todo. Era incombustible. Aún no sé como lo conseguía pero en cada charla diaria metía al menos un refrán. Como lo oyes, 1 refrán por conversación de las sencillitas.
Mi abuelo era un amor. Una de sus fijaciones era la hora. A cada rato miraba su reloj. Y cuando empecé a salir por ahí con las amigas siempre me recordaba al menos 1 hora antes que iba a llegar tarde a mi cita. A mi con 15 años escuchar lo de cita para las reuniones con las amigas me daba mucha risa.
Pero ahora lo pienso y creo que era todo un caballero, de los de antes. De los que preferían llegar 1 hora antes a 2 minutos después. De hecho llevaba sombrero, nació en el 1904 y murió a punto de cumplir 99 años. Mi abuelo era la caña.
Pasaba 15 días en mi casa y 15 en la de mi tía y yo estaba deseando que llegasen los 15 días con nosotros. Me preparaba para merendar una naranja cortada y con azúcar espolvoreada. De verdad, con azúcar y en cuadraditos. Luego me leía cuentos mientras yo jugaba a representar la historia. Y cuando me atascaba con las cuentas, que era todos los días, me hacía los deberes.
Pobre, no fue hasta el instituto que conseguí entender las matemáticas después de muchos profesores particulares. En fin que te cuento todo esto para que veas que hay mil maneras de amar. Y si te soy sincera, gracias al cariño de mi abuelo me crie sintiéndome querida y protegida, a pesar de las circunstancias.
Así que es cierto que hay ángeles que bajan a la tierra y que nos acompañan durante algunos años de nuestra vida, seguramente los años más importantes.
Ahora ya no está mi abuelo, hace muchos años, pero por suerte cuento con otro tipo de compañeros de viaje, entre ellos, los que siempre están sin juicio y entregando todo el amor que soy capaz de aceptar, son mis Guías espirituales.
Si tú también quieres conocer a los tuyos puedes hacerlo aquí. Feliz viaje!!
Escribir comentario
constanza Rivera Vazquez (miércoles, 26 abril 2023 04:51)
Me encanto lo q cuentas de tu abuelo
Antes de q dijeras de los círculos ya los estaba viendo, y al no haber separaciones y puro amor me explotaba el corazon
Cristina Acebrón Guirau (miércoles, 26 abril 2023 06:05)
Gracias Constanza por tu bello comentario!