El Amor me completa

 

Hoy ha sido uno de esos días en los que sabes que esa meditación es para ti. Ya con el mensaje tremendo de Uriel, queda claro que la única forma de estar completo es hacerlo desde el interior.

 

Hace años, allá por el 2004 empecé a formarme en Reiki y me ayudó mucho a encauzar mi vida. Digamos que estaba bastante perdida y en esa época era el psicólogo, pastillas y poco más. Al menos yo no había oído hablar de muchas cosas, pero claro, tampoco es que estaba muy predispuesta a ello.

 

¿Sabes cuando quieres tener hijos y empiezas a ver embarazadas por todas partes? pues no, no es que se han confabulado contigo y esperan a que salgas por la calle para acosarte, no. La realidad es que cuando prestas atención a algo que antes no conocías o simplemente no te interesaba, empiezas a verlo por todos lados. Así es el ser humano.

 

Pues eso a mi no me pasó con Reiki. Digamos que en esa época no estaba tan extendido. Pero si que fue con otros temas de autoayuda. Y lo que antes me parecían tontas! para flojuelos (dícese del que expresa sus sentimientos y no por ello se siente menos hombre o menos mujer), pues luego fue lo que más em gustaba y encontraba libros y charlas por todas partes.

 

Y uno de los temas que me costó entender, era eso de que si querías ser amado, tenías que amarte primero tu. Y Uriel nos ha explicado hoy como proyectamos a través de nuestro aura nuestras emociones y pensamientos y claro.... los demás lo perciben.

 

Y volvemos a lo que tú sabes muy bien: Como es adentro es afuera. Así que ya sabes, si quieres sentirte amado, empieza por el principio. Y en esta meditación mis Guías te van a ayudar un poquito (o un muchito jijijij) a que sanes algunas de esas creencias de la infancia.

 

Ya sabes unas del tipo: Un día viste a mamá mirándote angustiada porque te salía barro hasta por las orejas. Los pantalones con un buen siete (roto o desgarrón en España), unos pelos de loc@ que ni pa qué, y tu con una sonrisa bobalicona en plan: No sabes lo bien que lo hemos pasado mami.

 

Pero mami no estaba contenta, y la cara empezó a deformarse y salió el dragón que llevaba dentro, vociferando no se qué de ropa nueva, no se cuántos de quedar con la abuelita, no se que más de no sé que hacer contigo... Y lo peor fueron las palabras lapidarias de tu papá: _ Esto Joselito no lo habría hecho, en fin no se puede tener 2 niños buenos en la familia._

 

Y en tu cabeza empezó a crecer una idea como si del árbol de las habichuelas se tratase, que .... ¡¡¡Tú no eras bueno!!!!

 

Ya, te parece una tontería, ahora. Pero en su momento fue un bombazo porque ya no eras el ojito derecho de mamá, ni el niño preferido de papá. Resulta que había otro, tu hermano Joselito, que a partir de ese momento te parecía que flotaba cuando caminaba y cantaba como los ángeles cuando hablaba.

 

Quizá eran cosas tuyas, o quizá no, pero a partir de entonces empezaste a compararte y a pensar que tenías que ser de otro modo. No como eras tú, sino de otros modo. Quizá como Joselito.

 

No sé si te ha sonado esto, quizá un poco, o puede que en absoluto. En ese segundo caso no te hace falta la meditación, seguramente seas de los Joselitos del mundo. Mi caso fue de los niños de 7 en el pantalón, olvidar la chaqueta en el cole, y pelos de loca. Bueno si también terminabas son peinado al volver a casa, haz la meditación, te vendrá muy bien :)