Justo el día anterior estuve hablando por el chat de la web con una alumna del Taller Conectando, Mayte. Y me comentó algo que le había pasado conmigo. Al parecer yo la había despertado para que se uniera a la meditación.
Lo pensé un poco y no recordaba haber hecho nada jajajjaja. Le pregunté si se refería la email que recibes de Youtube y te avisa de cuando estoy en directo: Pero no, el móvil estaba apagado. Así que me lo contó y yo le conté una experiencia similar que me pasó hace unos años cuando trabaja en un almacén como administrativa. No te lo voy a contar, porque te lo explico en el vídeo, pero te puedo decir que como poco fue a-lu-ci-nan-te.
La verdad es que desde que empecé hace años en este mundo de las energías, siempre me he sorprendido con las experiencias. A veces pensamos que si no vemos objetos volando o fotos hablando, es que no somos sensibles o algo estamos haciendo mal.
Pues no, se trata más bien de que te abras a las experiencias de la vida con la inocencia de un niño. Es decir, sin juicio y con el mismo entusiasmo por descubrir que tienen ellos.
Te pongo un ejemplo muy claro para que veas a qué me refiero y cuál es la actitud: Con 5 años me vine a vivir de Madrid a Aranjuez. Tenía una vecina en la casa de atrás, unos años mayor que yo. Un día fui a jugar a su casa y me dijo que haríamos pasteles con la tierra. Y así lo hicimos.Salieron dos montículos con bolitas de tierra aplastada alrededor, pero para mi era el mejor pastel del mundo, ya que así me lo había dicho mi amiga chachi y mayor que yo.
Eva, que así se llamaba estaba disfrutando con el juego y para continuar me dijo: _vale, ahora cómetelo._
Al segundo siguiente estaba masticando tierra, entre confusa y avergonzada porque el realidad sabía a tierra y no a pastel: mi amiga se echó a reír sin entender cómo podía ser tan ingenua, ¡Sólo era un juego!, no tenía que comerlo.
Pues eso: sin filtro, sin preguntas, por el placer de jugar, sin juicio y sin pensar
Esa es la actitud para abrirte a las experiencias que podemos llamar multidimensionales y que desde luego no tienen nada que ver con las que disfrutamos en la vida material.
PD: yo era una niña, no me lo tengas en cuenta. Después de eso decidí que nunca más comería tierra (por cierto). Tampoco te recomiendo que lo hagas, esa no es la moraleja. Repito: esa no es la moraleja :)
Si lo sé, sé que ya lo sabes. Sé que te gustaría pero que no te decides. Porque no es el momento, porque no estás preparad@, porque no sabes si lo harás bien, porque ya lo harás en otro momento cuando tengas dinero, un día maravilloso, la crisis y pandemia haya pasado, las guerras hayan acabado ....
Lo sé. Sé que tú lo sabes. Pero yo te lo tengo que repetir:
Tú puedes canalizar y la vida te va a cambiar cuando te decidas a hacerlo.
Ahí lo dejo. Si decides pasar del momento y simplemente hacerlo, pincha aquí y empieza a canalizar :)
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